Cuando estuvimos en
Málaga y visitamos el precioso cementerio de los ingleses (donde,
por cierto, está enterrado Jorge Guillén), vimos que en la tumba de
Gerald Brenan había también un nombre de mujer, con un epitafio muy
bonito (tomado de Shakespeare). A la vuelta busqué cosas sobre ella
y vi que tenía en casa este libro.
Gamel había nacido
en Estados Unidos. Parece que se casó con Gerald Brenan, los dos un
poco desganados, pues los dos tenían recientes unas frustradas
historias de amor. Murió de un cáncer en Málaga en 1968. (Después,
leyendo una biografía de Brenan, supe que sus últimos días fueron
de dolores horribles, pues el médico no autorizó sedarla, temiendo
que alguien le acusara de eutanasia.)
El libro cuenta el
estallido de la Guerra Civil en Málaga. Ellos vivían en Churriana,
desde donde veían la capital. Nada de lo que cuenta es agradable (el
incendio de muchos establecimientos considerados burgueses,
especialmente en la calle Larios, la calle más comercial, los
bombardeos de la aviación de Franco, los asesinatos de algunas
personas conocidas del pueblo...). Sin embargo el libro es
maravilloso. La voz de esta mujer es tan cautivadora... Cuánta
delicadeza y humanidad, cuánta compasión por todos los horrores de
la guerra que ve a su alrededor. Continuamente la oímos hablar con
los españoles: con los del pueblo, con los que trabajaban en su casa
(un jardinero, un ama de llaves, una cocinera...), con los que se
encuentra en sus caminatas a la capital, etc. Son retratos
magníficos, llenos de simpatía por lo español (y de antipatía por
los extranjeros que solo ven las incomodidades personales de la
guerra, no el sufrimiento ajeno). (Es espléndido, por ejemplo, el
relato, nada maniqueo –aquí nada es maniqueo, ni sectario-, de su
ayuda a una familia española que tiene simpatías por Franco. Pero
qué no es espléndido en este libro.) Por momentos me ha recordado
el genial Celia
en la revolución,
de Elena Fortún, y no puedo decir nada más alto.
(Brenan y ella
pensaban quedarse en Churriana hasta que acabase la guerra, pero el
libro acaba cuando finalmente deciden sobre la marcha, sin
premeditación, subirse a un barco inglés y marcharse a Gibraltar.)
Gamel
Woolsey Málaga en llamas Barcelona: Temas
de Hoy, 1997; la 1ª ed. es de 1939)
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