Julio Cortázar siempre se ha caracterizado por dar una gran importancia en su literatura al jazz, forma de arte que consideraba sublime y, de hecho, siempre ha defendido que su forma de escribir tenía una cierta similitud con el jazz, buscando ese ritmo constante y vivo que te hace leer párrafos enteros sin casi pensar, como si entraran directamente al subconsciente. En Rayuela y, quizás, en El Perseguidor, es donde Cortázar da mayor presencia y protagonismo al jazz, llegando a ser, como digo, un personaje más dentro de la novela.
Jazzuela recoge 21 temas de jazz clásico interpretados por artistas como Coleman Hawkins, Bessie Smith, Dizzie Gilespie, Louis Armstrong, o Duke Ellington entre otros. Os aseguro que es una auténtica delicia de disco que os transportará a esas noches parisinas en las que se reunían, en una pequeña buhardilla, el Club de la serpiente.
Rayuela, capítulo 12: "...y de ese pedazo de materia gastada renacería una vez más Empty Bed Blues, una noche de los años veinte en algún rincón de los Estados Unidos."
Agradezco tu recomendación. Esta misma tarde lo busco.
ResponderEliminarAtractiva propuesta. ¿Es difícil de conseguir o se compra fácilmente?
ResponderEliminarUna reseña modélica, Tama: escueta, precisa, sugerente y bien documentada. Gracias por esta aportación, que me ha retrotraído hasta la adolescencia (¿se puede hablar en este blog de la Prehistoria?), cuando, creo que gracias a la lectura de El Perseguidor, tuve noticia por vez primera del gitano Django y su diabólica guitarra jazzística.
ResponderEliminarSaludos: José Ramón.
Lo estoy escuchando en este momento en spotify y hojeando el libro. Me vienen recuerdos, tantos recuerdos... reducidos a imprecisas sensaciones y emociones. ¡¡¡Ah, como estoy añorando ahora la prehistoria!!! ¡¡Qué importante fue Cortázar en mi vida!! ¡Y qué importantes Django y Grappelli y Charlie y Dizzie y todos los demás!
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