Fotografía de Aloma Rodríguez |
Tengo delante la
página de mi ejemplar con las dedicatorias de los participantes en aquel acto:
José Ovejero, Luisgé Martín, Mercedes Cebrián y Antón.
Esta página de
dedicatorias es en sí una anécdota: provocó un intenso debate entre los
presentes acerca de la “dedicación” de cada autor al acto de la firma de
ejemplares. El debate fue suscitado precisamente por la intensidad que Antón
vuelca en ese brevísimo instante compartido con el lector que queda estampado
para siempre.
Esta dedicatoria de
Antón (como otras posteriores) es un despliegue de arte y humanidad. Me dibujó
un árbol de la palabra y al lado escribió unas frases entrañables, que transmiten
lo que él había observado en mí y, como suele suceder con los buenos
retratistas, revelan tanto o más del autor que del personaje. Sus palabras descubrían
al hombre cálido y generoso que desde ese día he tenido el privilegio de
conocer más a fondo.
Si como autor Antón
Castro me fascina, hay otra faceta suya que me hipnotiza: la de comunicador.
Adicta a su blog
desde hace mucho tiempo, gracias a uno de sus post supe que acudía a Madrid en
visita relámpago para presentar a Cees Nooteboom en el Círculo de Bellas Artes.
Cambié mis planes para no perderme el acto, del que nació un relato, que comencé
con una anécdota que Nooteboom compartió sobre su afición a la jardinería.
Al finalizar esta
anécdota, yo escribía:
Nooteboom se había hecho acompañar por Antón Castro, un virtuoso de la
jardinería de la palabra, que cuando traza los contornos de la literatura nos
regala sus habilidades de paisajista prodigioso.
El
jardinero-escritor Antón me transmite momentos de emoción tan intensa que
merecen de por sí un post aparte; el paisajista, el comunicador al que está
dedicado este texto, es incomparable. Basta para ilustrar su talla una anécdota
que me contaron otros escritores de él: en una de sus visitas a Lima, mantuvo
varios encuentros con estudiantes peruanos de literatura. Antón ofrecía un
programa completamente abierto, esto es, sesiones a la medida de los intereses
de los participantes; los estudiantes proponían sobre el terreno, al inicio de
cada encuentro, uno o varios autores sobre cuya obra querían debatir… y Antón conocía
y había leído textos de todos los que le mencionaron… Me pregunto quién, en el
abarrotado escenario de la literatura contemporánea, podría asumir un reto
semejante.
Decía que soy
adicta a su blog, pero también lo soy de su Borradores, un programa sobre todas
las facetas de la cultura aragonesa (sin olvidar eventos, exposiciones, autores o proyectos
del exterior, como reza su
presentación en la página oficial), que se ha venido emitiendo los
martes en Aragón TV en late night, y
que finalizará la próxima semana.
Quien no lo haya
visto nunca, tiene aún una oportunidad para disfrutar del Antón paisajista,
conocedor de la jardinería de la literatura, de la fotografía y las artes, y
anfitrión cercano, atento y sensible a la obra de los jardineros a los que
invita a mostrarse.. Borradores emitirá su último programa el 17 de enero, a
las 23,55, en Aragón TV y es posible seguirlo en directo por Internet.
Después del martes
17, nos quedará el rastro de su actividad en youtube, a la espera de que
tiempos mejores nos devuelvan nuevos contenidos y las palabras de bienvenida de
Antón y su expresión atenta y receptiva, que nos da la medida del humanista
para el que cada palabra es una aventura irrepetible.
Fotografía de Aloma Rodríguez.
Fotografía de Aloma Rodríguez.
Magnífica persona y magnífico escritor, Antón Castro.
ResponderEliminarY buen periodista, además. Sabe siempre buscar el lado más interesante de un tema o de un autor. Borradores era, es, un programa excelente al que nunca se le notó que faltasen los medios porque estaban suplidos por la creatividad.
ResponderEliminarLamento muchísimo que nos quedemos sin Borradores, un excelente programa con el que he disfrutado infinitamente. Como es lo habitual, nunca cuentan con nosotros para tomar decisiones como esta. De lo contrario, Borradores tendría una larga vida.
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ResponderEliminarAsí se despide el propio Antón, con toda la elegancia que se le puede pedir a alguien en un caso semejante.
ResponderEliminarEl próximo día 17 de enero desaparece 'Borradores' de Aragón Televisión, tras más de cinco años y medio en pantalla y 280 programas. Por supuesto que a todo el equipo del programa nos habría encantado seguir. La cadena ya estrena el programa de música 'La Comunidad Sonora' y a partir de febrero habrá un nuevo magazine cultural dirigido por Adriano Oliveros y producido por el Grupo Zeta. Mil gracias a todos por la corriente de cariño y de complicidad que nos ha llegado desde todos los sitios de España y de Aragón. Estabamos agradecidos y emocionados. Ha sido el mejor regalo de Reyes.
Un programa de una televisión autonómica, de producción propia, sustituido por un magazine cultural producido por el Grupo Zeta. Me pregunto qué aporta el nuevo programa por el que será sustituido, a la vista de la carta blanca para que los canales autonómicos puedan ser privatizados: ¿es más rentable pagar cada programa al grupo Zeta, que rentabilizará sus programas no solo con la cantidad a pagar por la televisión autonómica que estipule, sino con los dividendos que reciba de sus contenidos y filtrará según sus intereses e ideologías estos contenidos?, ¿ese es el sentido de un canal autonómico? Yo creo que aquí hay un problema de concepto: asumimos que lo público tiene que ser rentable no tener vocación de servicio, que tiene que "competir" con lo privado, no cubrir las zanjas que quedan precisamente en el terreno de la competitividad. Yo veo los magazines culturales dependiendo de su calidad de las comunidades autónomas que no están a los pies de grandes grupos editoriales, y me gustan los magazines deportivos autonómicos en los que los jugadores de equipos de distintas disciplinas deportivas no cobran grandes primas, pero disfrutan con su actividad. Lo autonómico tiene el encanto de lo cercano.
ResponderEliminarLa desaparición de Borradores va a sentar el precedente de otros magazines culturales de canales autonómicos y parece que nos vamos a quedar de brazos cruzados y tragaremos con programas "culturales" con vocación comercial y no cercana producidos por grandes grupos de comunicación.
Al menos quedan testimonios audiovisuales de esos cinco años de Borradores. (Por pensar en positivo ante tanto caos, digo...).
ResponderEliminarSaludos