Desencadenado: la poesía de Espronceda en escena (y V)

Desencadenado: la poesía de Espronceda en escena (y V)

Grupo Paréntesis

3. La puesta en escena

3.3. Aspectos técnicos

El equipo técnico usado para el espectáculo constaba de una mesa de mezclas de seis canales, un sistema de amplificación de dos pantallas autoamplificadas, un micrófono fijo de pie Shure- 58, un micrófono de diadema, un sistema de iluminación de tres focos, un control de iluminación, un ordenador MacBook portátil para reproducir la música de pieza cargada en el programa Garageband de grabación con edición de sonido Apple,  un PC portátil, un menú interactivo en Flash CS y proyecciones generadas con Premier CS, Photoshop CS y Logic Pro. La posproducción se acometió con un ordenador portátil Mac y dos monitores de campo cercano, limpiando de ruidos residuales las pistas de voz, incorporando un poco de reverberación y aplicando un compresor a la voz para que adquiriera mayor presencia, ajustando los volúmenes de las pista de voz y banda sonora  y editando los principios y finales de cada interpretación evitando comienzos y finales bruscos. Finalmente se exportó cada interpretación como si de una canción se tratase y se conformó el CD de la grabación con un corte por cada poema.

El principal problema que hubo que afrontar a tiempo del montaje fue el de la necesaria sincronización entre el recitado del texto, la ejecución musical y la proyección de las imágenes, todo ello aun respondiendo del esfuerzo que cada recitador había hecho para adecuar las partes de su recitado al tiempo idóneo. Para ello era fundamental hacer coincidir música e imagen al principio del momento asignado a cada poema y trabajar ensayo tras ensayo el momento más adecuado para iniciar el recitado. Con el fin de que imagen y sonido fueran a la par, se hizo arrancar los archivos correspondientes de los dos ordenadores al mismo tiempo, excepción hecha del montaje de imagen y música de “La canción del pirata”, diseñado ad hoc por el encargado de la correspondiente recreación, en el que sonido e imagen salieron del mismo ordenador.

Los aditamentos de microfonía empleados para el recitado fueron muy sencillos, en beneficio de la mayor simplicidad escénica. De hecho, salvo el recitado del fragmento adaptado de El estudiante de Salamanca, que requirió de un micrófono de diadema para el recitador principal, todos los demás recitadores actuaron usando un  micrófono de pie adosado a un atril de lectura con un punto de luz en un lateral del escenario. La microfonía se coordinaba con un cañón adosado al techo que proyectaba un menú interactivo que servía al mismo tiempo como lanzador de cada pieza y como marcador de intervalos en los relevos de los recitadores en escena. El montaje final se hizo en el programa Flash. El ordenador maestro pasaba el sonido por la mesa de mezclas, al igual que el sonido de los micrófonos y la iluminación. Esta infraestructura permitió grabar el espectáculo en tiempo real para facilitar su posterior edición, procurando en todo momento la necesaria coordinación entre el volumen de grabación de la voz y el propio de la reproducción en la sala.

4. Encadenando conclusiones: pluralidad estética, responsabilidad cultural, actualidad del espíritu romántico y originalidad recreadora

La puesta en escena del espectáculo Desencadenado evidencia el vigor y la carga sugestiva que se logran cuando los diferentes lenguajes y soportes se interrelacionan e interpenetran, ofreciendo un resultado solidario, coherente y rigurosamente audiovisual alumbrado por la letra del poema al que subyace el espíritu romántico.

La experiencia obtenida tanto en la preparación como en la representación del espectáculo reafirma la necesidad, casi la urgencia, de reivindicar el permanente papel que la literatura desempeña y debe seguir desempeñando en la formación de los valores y en el estímulo de las emociones. La recreación cumple una función formativa, divulgadora, concitadora de nuevas recreaciones a la luz de la responsabilidad social que los recreadores deben suscribir con respecto a la transmisión de la cultura, de la que son instrumento. Creer en esta responsabilidad implica aceptar que se fundan los sentimientos del poeta, los del poema y los del recreador, verificando la necesaria conjugación de la intentio auctoris, la intentio operis y la intentio lectoris. La vivencia de la literatura por parte del recreador deviene en semilla de vivencia para quien escucha, y se sustancia así las hermosas y singulares tareas de “dar de leer” y “compartir la dicha de leer” de las que da cuenta Daniel Pennac en su sugestivo ensayo Cómo una novela (Barcelona, Anagrama, 1993, p. 79).

Las emociones suscitadas por el recital Desencadenado demuestran una vez más la vigencia y la actualidad permanente del sentir romántico en las diferentes dimensiones de su intemporalidad, susceptible de ser apreciada en la compatibilidad de lo clásico y lo actual en el arte (Friedriech frente a Nuccera) o la música culta (Grieg o Lully frente a Mansell o Ligeti) y lo clásico y popular de amplia difusión en la música en general (Purcell o Rimsky-Korsakov frente a Manowar o Radiohead); hablamos de esa vigencia y actualidad que se adscriben a lo que propone Guillermo Díaz-Plaja al plantear la posibilidad de que el romanticismo sea una constante en la historia de la cultura, “y en este caso debemos buscar su influencia, visible o subterránea, a lo largo de todos los siglos” (Introducción al estudio del romanticismo español, Madrid, Espasa-Calpe, 1967, p. 31). La misma fusión y actualización permanente se evidencian en la aplicación de las nuevas tecnologías y en la recreación creativa que llega al recitado, al diseño, al juego de perspectivas y al riesgo, y también al acierto, de la intervención performativa en tiempo real. En todo ello, en fin, late la entraña de Espronceda, permanentemente viva en el tiempo de la palabra compartida en alas de la ardiente fantasía, como quiere el poeta cuando comparte con Jarifa la ambición y los límites de su búsqueda siempre insatisfecha.