¿Habéis oído cantar un pájaro en la noche?
Suele ocurrir que un rayo de luna, un rayo levemente dorado, derramándose por entre el misterio del follaje, alcanza la rama donde se acurruca el avecita dormida, y la despierta. No es el alba, como imagina el ave. Pero... ella canta.
Pocas veces he
leído un inicio tan poético –y que tan bien prefigura el desarrollo de la
trama– como el de esta novela del
chileno Eduardo Barrios (1884-1963).
Un niño despierta
al amor –¿a destiempo? ¿cuál es el tiempo del amor?– y en lugar de cantar
durante unos momentos y continuar luego durmiendo hasta la llegada del
verdadero amanecer, como hace el ave, este infante salta y vuela en plena
noche, deslumbrado por el rayo dorado.
Se ha enamorado de
Angélica, una mujer adulta, e incapaz de comunicar a otros niños como él, a sus
hermanos, a su madre, la tormenta de sentimientos que le zarandea, decide
trasladarla a un diario. Casualmente, este diario llega a las manos del autor,
y constituye la base de la narración.
A través de ella
asistimos a las fascinaciones del amor: el ensueño, la pasión, el éxtasis, la
esperanza. Pero también a sus torturas: los celos, el sufrimiento, el
desengaño, la desesperación. A estas últimas sucumbe el alma infantil. Y el
niño enloquece de amor.
Un momento, su mirada se encontró con la mía, y el fulgor metálico de aquellos ojos perturbados me apuñaleó las entrañas como una daga fría. Hice un esfuerzo y le sonreí. Me respondió él con la carcajada triturante de los locos y, convulso de risa, se tendió en la cama, hundiendo la cara entre las ropas.
¡Qué tremenda
imagen! ¡Y cómo me recuerda a la carcajada enloquecida del indiecito
enfebrecido y embrujado por el canto del yaciyateré del cuento de Horacio
Quiroga!
En suma, una
novela corta, redonda en su ejecución, cuya lectura nos pone la piel de gallina
desde la primera a la última palabra. Y, por lo que yo sé, todavía inédita en
nuestro país.
¿Estás pensando en una reedición en España, quizás en La discreta?
ResponderEliminarDavid T.
Ojalá se pudiera. Pero no: solo expresaba mi extrañeza de que esta novela (en realidad, un relato, por su extensión) aún no tuviera una edición española.
Eliminar¿Inédita? No lo puedo creer.
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