FUENTE DE LAS RANAS
el verde de las hojas,
escupen las ranas de la fuente.
Está pintada, en la apagada
transparencia
de los opacos cristales del quiosco,
la incierta claridad de otoño.
La limpidez del día,
borracha, no se sabe
de qué licor de sol o estrellas
no cantadas
que juegan con el agua
al escondite,
se escapa del final de las pestañas.
No sugerido,
oculto, Guiniguada
tiñe su túnica con piedras.
¡Hermosísimo!
ResponderEliminarEl cuadro, claro.
EliminarEl Brigadier