lunes, 4 de marzo de 2013

Los otros clásicos III - Juan de Ovando y Santarem


Pepe Junco ya colgó este espléndido soneto en su muro, después de que yo se le enviara para que viese las coincidencias con un poema suyo basado también en el motivo de la mujer desnuda que, al bañarse, se funde con la naturaleza circundante. Yo lo tengo reputado como una de las obras maestras del barroco español. Quien todavía ande lastrado por la falsa idea (¡tan perniciosamente difundida en la escuela!) de que “barroco” es sinónimo de hinchazón, circunloquio, palabrería vana y retórica hueca, quedará desconcertado por el alarde de concisión de que hace gala Ovando y Santarem en el primer endecasílabo: con un solo sustantivo (“cristal”) y dos verbos (“dar” y “dividir”), es capaz de cifrar, en once sílabas, lo que la función referencial del lenguaje obligaría a expresar de este modo: “Una piel tan fina y delicada como el cristal avanzaba a través de unas aguas también cristalinas”. ¡Ni Gracián fue capaz de condensar, en tan breve discurso, tanta belleza y precisión!




III.- Juan de Ovando y Santarem (1624-1706).

Cristal daba al cristal que dividía
incentiva deidad, desnuda Elena,
y, entre la espuma que su luz serena,
Venus parece que otra vez nacía.

Al tacto de su cuerpo el Dauro ardía,
vuelto Troya de amor hasta la arena,
y adorándola sola por sirena
transpontines de aljófar le mullía.

Julio, a la vista, dijo en su discurso:
“¿Con cristal, a las aguas, por qué sondas,
si avivas más mi incendio en su recurso?

No el que animas marfil, Elena, escondas;
que parece se acaba al día el curso
cuando llegan tus soles a las ondas”.

9 comentarios:

  1. Gracias, José Ramón, por el rescate de esta joya, y por tu comentario.
    Buceando en la red, encuentro muy poco sobre el autor. Que fue malagueño y militar. ¿Tienes algún dato relevante más de su vida y obra?

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  2. Me alegra que te guste, Luis. Así, a vuela pluma, te puedo remitir a la escueta semblanza biográfica que yo mismo redacté para la "Enciclopedia Universal de Micronet":

    "Ovando y Santarén (o Santarem), Juan de (1624-1706).

    Poeta, dramaturgo y militar español, nacido en Málaga en 1624 y fallecido en su ciudad natal en 1706. Autor de una notable producción creativa que participa plenamente de las modas literarias de su época, está considerado como uno de los más señalados continuadores de la anchurosa estela dejada en las Letras españolas del Barroco por Luis de Góngora y Argote.

    Hombre de acusada vocación humanística, cursó estudios superiores de Leyes en Granada, aunque pronto despreció la comparecencia ante los tribunales en beneficio de la carrera militar y, sobre todo, la dedicación a la escritura creativa. Esta inclinación a la literatura, que le acompañó durante toda su vida, le permitió sobresalir entre los mediocres autores de las postrimerías del reinado de Felipe IV y el posterior gobierno de Carlos II, con unos versos en los que la emulación gongorina queda tan patente como puede verse en este romance dedicado a celebrar una actuación taurina del duque de Medina de Rioseco: "Tu rejón entre los brutos / -por lo lunados, galanes- / viene a sus plantas de molde, / pues siempre cuellos los abre". A lo largo de su fecunda trayectoria poética, Juan de Ovando y Santarén fue recogiendo estas composiciones en diferentes poemarios que salieron de los tórculos con títulos tan bellos como Exemplar de castigos y piedades (1650), Ocios de Castalia (1663), Poemas lúgubres (1665) y Orfeo militar (1688).

    Como era habitual entre los poetas de su tiempo, el escritor malagueño también probó fortuna en la palestra dramática, con varias comedias que, aunque ciertamente desfasadas en nuestros días, gozaron del aprecio de sus contemporáneos. Entre estas piezas teatrales en verso de Juan de Ovando y Santarén, cabe citar las tituladas El engaño en la fineza y La fortuna en la desgracia".

    Saludos, José Ramón.

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  3. Una preciosidad de soneto. Gracias por desempolvar una joya tan injustamente desconocida, José Ramón, y un abrazo.

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  4. José Ramón Fernández de Cano5 de marzo de 2013, 16:08

    Me complace en grado sumo, Santiago, que estas curiosas "exhumaciones" merezcan la aprobación de maestros como tú. Debido a esta buena aceptación por parte de todos los Discretos (Dativo las sigue con entusiasmo, así como David, Paloma, Caneiro, Elena, Emilio, Luis, Pepe Junco, Juan... y que me disculpen los omitidos), he decidido interrumpir las entregas en Facebook al haber colgado ya veinticinco sonetos, para preparar una edición en "Bártulos" (Juan dice que mejor en "Obras mayores"; ya se verá) con un centenar de autores. Ya llevo casi la mitad, así que pronto estará lista y sometida a la recta sindéresis del Discreto Senado.

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    1. ¡Grandísima iniciativa, a fe! Desde ya la suscribo y aplaudo por su pertinencia, y confiada a tu buen hacer no se puede pedir más. Un cordial abrazo.

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    2. También aplaudo y suscribo esa publicación en Bártulos, esperando y deseando que eso no suponga la suspensión de esas 22 restantes entradas que ya tenemos guardadas para Náufragos. Servirá como aperitivo que abra el apetito a todos los lectores del blog y que de seguro querrán también tener el libro.

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    3. Sigan "LOS OTROS CLÁSICOS" su venturosa singladura en "Náufragos", Luis; que, en lo que yo voy completando el centenar, bien pueden ir apareciendo, poco a poco, los veintidós sonetos restantes de la serie de Facebook.

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    4. Ya me habéis alegrado el día. No tanto porque se fragüe nuevo título discreto, cosa que yo veía ya enveredada e inevitable, sino porque el número de rescatados se proponga llegar a los cien.
      Saludos de Dativo .

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  5. Excelente idea. Estaremos aguardando con ansia la publicación. Coincido con la opinión de Juan. Pepe Junco

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