Por lo que es más conocido el
peruano Julio Ramón Ribeyro es por sus cuentos, muchos de ellos excepcionales,
cuentos que hace tiempo se leen en colegios e institutos.
No menos excepcional es Solo para fumadores, su libro sobre el
tabaco, o más bien sobre sus conflictivas relaciones con el tabaco, un libro
triste, de una intensidad y una fuerza turbadoras.
Pero de todos los que escribió
Julio Ramón Ribeyro mi favorito es Prosas
apátridas, libro absolutamente genial, recopilación de pensamientos,
anotaciones de una claridad y una lucidez apabullantes.
Este de Dichos de Luder es como un primer esbozo de las Prosas apátridas, también con
anotaciones (pensamientos, opiniones) muy originales. Lo que me resulta más
gracioso de este libro es que Ramón Chao lo tiroteó para hacer su prólogo a La tentación del fracaso, los diarios de
Ribeyro que publicó Seix Barral hace unos años. Chao copió muchos fragmentos
enteros. En el prólogo de Ribeyro a los Dichos
de Luder hay un pasaje en el que atribuye a Luder unas costumbres de su
época de París que Ramón Chao copia exactamente, atribuyéndoselas a Ribeyro, y
muchas de las cosas que dice Luder, especialmente las más humorísticas, Ramón
Chao las cuenta como que se las dijo a él Ribeyro, en distintos momentos de su
amistad, curiosamente con las mismas palabras. Chao se fía tan poco de su
propia memoria, está tan apegado al texto de Ribeyro, que uno llega hasta a
dudar de que conociera a este fuera de los libros.
Prosas apátridas no solo es, también, mi libro favorito de Ribeyro, sino uno de los libros con los que más he disfrutado en mi vida. Lo releo de vez en cuando. No me perderé a Luder, del que he leído fragmentos. Y qué divertida, Emilio, esa ingenua manera de plagiar que cuentas. Un saludo.
ResponderEliminar