Por José García Caneiro
SANTO DOMINGO: IGLESIA Y FUENTE
La incierta luz
de los dos focos
y una sombra callada,
dibujada por un árbol
están jugando,
entre el azogue espantado
de los espejos del viento,
a convertir en volumen
un espacio desde el plano.
Un chorrito de cristal,
que es contrapunto de alisios,
trepa, como adivinado sueño,
de lo incierto de su albor
hasta su olvido perpetuo.
Y quiebra
los afanes de la fuente,
que no pueden reflejar,
por lo liviano,
la imagen de la capilla
o su perdido recuerdo.
Otro acierto más para el que será un hermosísimo libro. Enhorabuena, Pepe, y un abrazo.
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