lunes, 1 de agosto de 2016

Memes, conciencia, evolución cultural

Por Luis Junco

¿Cómo apareció la conciencia, cómo funciona, qué papel tiene el lenguaje y cómo evoluciona la cultura? A estas preguntas pretende responder Daniel Dennett, filósofo y escritor estadounidense, en su libro La conciencia explicada (Paidós, 1995).

Algunas de sus ideas para abrir boca:

De la misma manera que los genes se replican utilizando nuestros cuerpos y evolucionando en un proceso continuo de adaptación al medio según las leyes de la selección natural, cuando apareció el Homo sapiens también vio la luz un nuevo tipo de replicante: las ideas. Como medio de replicación apareció el cerebro y como instrumento de replicación aparecieron los hábitos de comunicación de la especie.

Al igual que los genes se propagan en un acervo genético al saltar de un cuerpo a otro mediante espermatozoides y óvulos, así las ideas se propagan en el acervo de ideas al saltar de un cerebro a otro mediante a un proceso que, considerado en su sentido más amplio, puede llamarse imitación. (Si un científico escucha o lee una buena idea, la transmite a sus colegas y estudiantes.)

A estas unidades de replicación se les ha llamado memes. Son memes: la rueda, ir vestidos, el triángulo rectángulo, el alfabeto, la Odisea, el ajedrez, el tema del movimiento lento de la Séptima Sinfonía de Beethoven...

Al igual que los genes, los memes evolucionan, pero a un ritmo mucho más rápido que lo hacen aquellos.

Todo esto esboza un cuadro de aspecto inquietante, pues según se sugiere:
"Un investigador no es más que la manera que tiene una biblioteca de crear otra biblioteca".

En palabras del propio autor del libro:

No sé lo que pensará usted, pero en principio a mí no me atrae mucho la idea de que mi cerebro sea un especie de estercolero en el que las larvas de las ideas de otros se renuevan, antes de enviar copias de sí mismas en una especie de diáspora informe. Es como si le robaran a mi mente su importancia en tanto autor y crítico. Según esta concepción, ¿quién es el que manda, nosotros o nuestros memes?

La respuesta a todo esto, el papel de la conciencia y de los memes, es el núcleo de este libro, que si en sus aspectos más técnicos resulta difícil de seguir, en su mayor parte es de lectura apasionante.  


6 comentarios:

  1. Eso de que las ideas elementales, o la conciencia, sean parásitos de la mente es buenísimo. Una vez leí en Marvin Harris, ese antropólogo que da unas explicaciones materialistas apasionantes (por qué las vacas son sagradas en la India o por qué los musulmanes y los judíos tienen el tabú del cerdo) que el crecimiento del cerebro en los primates fue consecuencia de un reajuste metabólico por una sequía; los australopitecos tenían que cruzar grandes extensiones sin vegetación y la manera de regular la temperatura corporal fue "aumentar" el tamaño del cerebro. Y eso trajo como efecto colateral, no deseado, una mayor masa cerebral con mayores conexiones neuronales. O sea, la inteligencia como efecto secundario de otro fenómeno. Esto de los memes es parecido, por lo que dices.

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    1. No había escuchado lo del reajuste metabólico por una sequía para el crecimiento del cráneo humano. Lo que es incuestionable es que ese incremento del "hardware" fue lo fundamental. Tengo entendido que actualmente el volumen craneal del humano es cuatro veces mayor que el del chimpancé, y parece que ese proceso de incremento craneal comenzó a partir de un antepasado común de hace unos seis millones de años. Poco después de las glaciaciones, hace unos dos millones y medio de años, el proceso se acentuó enormemente y duró hasta hace unos 150 mil años, con el Homo sapiens, en que se ha parado, con un "hardware" que es muy parecido al nuestro actual. En tiempo evolutivo puede considerarse casi un "proceso explosivo", pero no parecen claras las razones o presión selectiva que lo propició. Junto al tamaño o volumen craneal, parece que otro cambio fundamental fue el incremento del córtex en cuanto a "plasticidad", que entiendo como capacidad para, dentro del tamaño, realizar conexiones neuronales que propician el aprendizaje. En algún sitio leí (creo que en un libro de Dawkins) que tal vez fue el comienzo del lenguaje lo que propició el incremento del cráneo; pero justo en este libro que comentamos, Dennett da pruebas de que cuando comenzó el lenguaje ya el tamaño del cráneo ya era como el nuestro.

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  2. Un pregunta, Luis: ¿merece la pena el libro con todo lo que ha avanzado la ciencia desde 1995, especialmente en cuanto al estudio del cerebro y la evolución del ser humano? Entiendo que su explicación de la transmisión de las ideas es más filosófica que biológica. Es muy sabido que la estrategia de supervivencia de la especie humana pasa por pocas crías, con un cerebro muy plástico que le permite adaptarse al grupo y el entorno. En ese sentido no sé si hay mucha novedad más allá de las preguntas sobre la propia singularidad de cada ser humano. Quien piense que sería el mismo naciendo en diferentes sociedades, familias o épocas solo puede tener razón en una circunstancia: la de ser un auténtico tarugo. David T.

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  3. Pues entiendo que se ha avanzado mucho en el estudio del cerebro, sí, pero no demasiado en lo que la esencia del libro: qué es la conciencia. Siendo un filósofo, Daniel Dennett fundamente todos sus análisis en resultados científicos y conclusiones a experimentos científicos (la descripción y explicación de ellos constituye la parte más "dura" del libro) y entre los biólogos y evolucionistas de mayor rango está enormemente considerado. Basta leer las últimas memorias de Richard Dawkins -Una fugaz luz en la oscuridad (Tusquets, 2016)-para ver la autoridad que entre los científicos se le otorga a este filósofo. Entiendo que la mayor novedad de la visión de este hombre no se refiere la evolución del cerebro humano -que también toca-, sino a cómo puede surgir lo que llamamos conciencia a partir de una combinación muy singular de operaciones simples. Para mí, su explicación de cómo surge la conciencia supera con mucho a la del Premio Nobel Francis Crick y su "Búsqueda científica del alma".

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  4. Robots que ponen a la humanidad a su servicio, extraterrestres que nos invaden, memes que utilizan nuestros cerebros como nidos para reproducirse... En el fondo, como estos tres memes tan difundidos indican, la humanidad está en plena crisis existencial, padecemos un complejo de inferioridad galopante.

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  5. Los "virus de la mente" de Richard Dawkins me parecen una soberbia metáfora de la propagación de ideas. Con todo, no sé si no se estará confundiendo el término real con el imaginario. Al final, la metáfora parece tan esclarecedora que se investiga directamente, como si fuese la verdadera explicación de cómo se propaga la información. Esto es, las ideas se propagan como los virus, pero no son virus.

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