martes, 15 de julio de 2014

Diarios y sexo


Tengo leído que tanto Benjamin Constant como Hans Christian Andersen llevaban un diario en el que consignaban las diferentes experiencias de cada día mediante un cifrado numérico cuya clave solo conocían ellos. Por ejemplo, un 1 podía querer decir ‘placer sexual’, un 2 ‘un viaje’, etc. De tal manera que podían hacer anotaciones tan aparentemente incomprensibles como “2 de junio, 2, 1”. Andersen, un contumaz masturbador que se cree murió virgen, a veces repite un inocente 1 varias veces en el mismo día.

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